jueves, marzo 30, 2006

De todo un poco

Ayer la rutina no pudo más que yo. Un buen partido de básquetbol con un marcador favorable sirvió para reconfortar el ánimo y conciliar el sueño en cuanto la cabeza estuvo sobre la almohada, ¡parece que los buenos tiempos están regresando! El equilibrio se siente más cerca: actividad académica, deportiva y espiritual, eso es todo.
Hoy el día fue productivo: después de casi dos meses de insistencia, por fin la empresa monopolio de telefonía en México atendió mi solicitud. Y por si fuera poco, hoy aprendí mucho sobre la educación especial con niños que presentan problemas de lenguaje, motriz, atención dispersa y demás. Es asombroso ver cómo sus maestras se emocionan describiendo sus actividades diarias, cuando se les presenta una alternativa tecnológica para mejorar su desempeño... espero que los resultados satisfagan sus expectativas, aunque eso sólo lo sabremos el año que entra.
Bueno, en realidad no todo es color de rosa... lo que en estos momentos mantiene activa mi naturaleza preocupona y aprehensiva es la partida de Julián. Me da gusto que él tenga la oportunidad que un día me fue dada, pero me preocupa que cuando él no esté como auxiliar del centro de cómputo, sólo Dios sabe cómo me irá con este barco cuyo timón pusieron a mi cargo. De cualquier manera, seguiré tratando de hacer mi mejor esfuerzo.

martes, marzo 28, 2006

Martes de reflexión

Hay días en los que siento que el trabajo ocupa todo mi tiempo, lo cual no me agrada por completo. Sin embargo, cuando me doy cuenta de que me pagan por hacer lo que me gusta, pienso que después de todo no está tan mal.
Hoy es martes de estudio bíblico... a veces mi yo rebelde quiere hacer de las suyas y me aconseja que no vaya, pero en ese momento el angelito concienzudo le da una cachetada para que no me ande malencaminando. No es que quiera darme golpes de pecho ni mucho menos, es simplemente que de vez en cuando el enfermo necesita de una revisión médica general para asegurarse de que las cosas van bien. Además, es bonito intercambiar puntos de vista sin aferrarse a alguna religión. Y conocer otras facetas de los compañeros de trabajo siempre resulta interesante.

lunes, marzo 27, 2006

Con el pie derecho

Pocas actividades hay para mi en el mundo más relajantes que escribir. De manera que, sin ser año nuevo, ni el inicio de una vuelta más al sol, ni tampoco el comienzo de un nuevo día; desde la bella y pacífica ciudad de Tizimín, a poco menos de 180 kilómetros de la ciudad que me vio crecer y 90 kms más del amado pueblito que me vio nacer, empiezo.
Los cambios suelen ser difíciles, a poco más de dos meses de estar en mi sitio actual -no solicitado, por cierto- del organigrama institucional, creo que empiezo a disfrutar realmente mi trabajo, como en los buenos tiempos antes de emprender la aventura de casi dos años en Cuernavaca.
Solamente hace falta la cercanía física de quien es el motivo de mis suspiros, para que la dicha sea completa... ¿Se nota mi tendencia perfeccionista?