jueves, julio 27, 2006

Día de reuniones

A unas cuantas horas de salir de vacaciones, el trabajo demanda cada vez más concentración, y cuando más concentrada estaba hoy llegó Manuel preocupado porque no me había invitado a la reunión con el rector y de manera rápida e improvisada tuve que llegar a la junta a dar un breve bosquejo del panorama tecnológico con que se cuenta en la Unidad Tizimín.

Después de 7 meses de práctica en el cargo, ya pude responder a la mayoría de las inquietudes, aunque me hubiera encantado poder responder con más precisión en algunos casos, pero bueno, hice mi mejor esfuerzo.

En la reunión estaban los más altos rangos de la Universidad: el rector, nuestro director y las directoras de las otras dos facultades, al igual que los coordinadores de las carreras y departamentos de la Unidad. Después de todo, fue una bonita experiencia que llegó a matizar el color del día, que había estado un poco grisáseo por las actividades rutinarias de la última semana en el centro de cómputo.

Haciendo a un lado las quejas que nunca faltan, esta primera reunión de hoy dejó ver que cuando se comparte la información y se trabaja en equipo, el esfuerzo y los recursos se aprovechan mejor que cuando impera el individualismo. Particularmente, me parece que esta idea puede ser aplicada en general, casi a todas las áreas que forman parte de nuestro entorno.

La buena noticia fue que después, en la reunión privada con el director y los compañeros de la facultad, pude asegurar mi próximo viaje a San Luis Potosí. Aunque quizás no sea lo mismo sin la otra mitad de mi corazón, de vez en cuando hay que concentrarse en la parte académica, aunque eso signifique sacrificar algunas cosas tan valiosas. A fin de cuentas, todo sucede a su debido tiempo.

sábado, julio 15, 2006

100% recomendable

Para muchos es bien sabido el impacto que causa en mi ver u oír a Marco Antonio Regil, pero en esta ocasión mi impresión va más allá del deleite visual u auditivo, me ha cautivado enormemente su nivel de compromiso y sobre todo la pasión con la que realiza sus actividades.

Gracias a él me he topado con el libro de Robert Kiyosaki "Padre Rico, padre pobre" y lo recomiendo mucho, la lectura es muy amena y además nos hace reflexionar, sobre todo a quienes tenemos en nuestras manos la gran responsabilidad de formar profesionales.

Es cierto que en la escuela se nos enseña a escuchar, leer y resolver problemas, pero no se nos enseña a sacar el mayor partido a nuestros conocimientos, buscando mejorar nuestro nivel económico. De tal forma que, podríamos pasarnos la vida trabajando duro para el gobierno, cuando pudiéramos mejor aprovechar nuestro potencial para mejorar nuestra calidad de vida y por lo tanto, el de nuestra sociedad. Ahora sí que es "100% recomendable" ;)

La última frase la aprendí del único hombre que me resulta más atractivo e interesante que el mismísimo Marco Antonio Regil =)

martes, julio 04, 2006

Caos laboral

La semana empezó con un gran inconveniente: se dañó un módem y un router del centro de cómputo, por lo que NO hay internet en todo el campus.

Pareciera que nuestro rack principal funciona como pararrayos del campus, pues con ésta ya son 5 las ocasiones en que toda la unidad se queda incomunicada por el mismo motivo. Me han contado que la vez anterior fueron 3 meses sin servicio, espero poder romper ese récord. Por lo pronto ya empecé la gestión de instalar un pararrayos para quitarle esa chamba a nuestra línea dedicada.

El hecho de que no haya internet tiene a todo el mundo paralizado. Basta con ver las caritas que ponen al preguntar: ¿no hay internet? Es una mezcla entre angustia y esperanza que pocas veces se percibe en la gente, maestros y alumnos por igual. Debo confersarlo, soy una víctima más.

Para poder enviar el equipo dañado al departamento de teleinfo, requiero hacer un oficio de envío, por lo que debo averiguar cuál es el nombre completo del Físico... ¡santo Dios! ¿¿¿Cómo se llama el físico??? Si tuviera internet...

Afortunadamente me las ingenié para hacer que al menos una laptop tenga acceso a internet, lento pero seguro.

Después de todo, la falta de internet me permite hacer cosas que de otra manera me hubiera resistido a realizar, he podido atender con más calma a los usuarios, pues no es mucho lo que puedo avanzar en mis demás labores, las tareas seguirán en mi correo, no se irán de ahi aunque pasen dos horas sin que yo las revise. Los reportes en línea también pueden esperar. Al igual que tendrá que esperar la preparación de las materias del siguiente semestre. Afortunadamente, llevo gran parte ganada con el material de años anteriores.

Las clases de maestría fueron todo un éxito. Al menos eso me hicieron creer los profesores que la cursaron... a mi me dejó un saborcito como entre satisfacción y a que lo pude haber hecho mejor, sobre todo en la parte de evaluación. Pero bueno, afortunadamente mi oportunidad para mejorar no se hará esperar mucho, Dios mediante, empiezo nuevamente en septiembre.