domingo, junio 20, 2010

El mejor papá del mundo


Aquél que al enterarse que era una niña, sin importar cuánto mojaba la lluvia recorrió tienda tras tienda con tal de vestirla de nena.

Aquél que al cargarme en su espalda y correr conmigo a cuestas me hacía sentir que el mundo era un lugar seguro.

Quien con mucha paciencia interrumpió sus comidas para responder que aquélla letra señalada se llamaba efe y se pronunciaba ffff, o se llamaba ene y se pronunciaba nnnn.

Quien al escuchar las travesuras que su niña hizo mientras él trabajaba, se terminaba la sopa y antes de reprender preguntaba "¿exactamente qué fue lo que hiciste?" o "¿por qué lo hiciste?"

Aquél de quien sus palabras explicando por qué estuvo mal lo que su hija hizo siempre fueron más efectivas que el más fuerte contacto de una tunda.

Quien acaparaba toda mi atención con las aventuras y enseñanzas del Conde Lucanor y su fiel consejero Patronio.

Aquél cuya alegría y sonrisa al cantar junto al pastel de XV siempre será un grato e invaluable recuerdo.

Quien al cantar "Mi árbol y yo" de Alberto Cortés, al compás de las cuerdas de su guitarra hace que todos los demás sonidos se perciban menos.

Aquél que seguramente se sintió en apuros cuando su niña le pidió un consejo para su corazón.

Aquél de quien fueron los aplausos más sonoros y el rostro más orgulloso tras el dictamen de cada logro académico.

Aquél con quien los temas de plática son de las más variadas tonalidades y nunca se acaban.

Aquél con quien un día caminé lentamente hacia el altar para él decirle a quien esperaba al final del pasillo "Cuidala, cuidense".

Aquél cuyo nudo en la garganta me pareció tan grande como el mío tras el anuncio de mi más reciente noticia.

Siempre ha sido y seguirá siendo ¡El mejor papá del mundo!

Feliz Día del Padre.

jueves, junio 17, 2010

El milagro de la vida

La primera vez que lo vi era tan solo una pequeña silueta blanca flotando en una bolsita cuyo tamaño imagino no era más grande que el de una nuez. Más tarde, con un poco más de precisión y gracias a instrumentos tecnológicos más sofisticados pudimos observar incluso al puntito centelleante cual si fuera el lucero más brillante de la noche, pero cuyo titilar correspondía a una frecuencia de casi 150 latidos por minuto. Al amplificar la imagen y aumentar el volumen del sonido, experimenté una sensación que no creo olvidar algún día, sin importar lo volátil que pueda ser mi memoria en ocasiones. Ese pum pum pum es el sonido más hermoso que mis oídos han conocido: el del corazón latiente de un nuevo ser que poco a poco crece dentro de mi.

El milagro de la vida ahora me parece más maravilloso que nunca. Y es que basta girar la cabeza en cualquier instante para poder observar este milagro en sus múltiples manifestaciones a nuestro alrededor. Estas obras maestras que inician con una pequeña aportación de dos seres humanos, pero cuya esencia, estoy segura, únicamente la otorga la bendición Divina, en el momento y circunstancias que sólo Él decide.

Una vez asimilada la noticia, mi naturaleza preocupona no podía quedarse más tiempo dormida, se hacen presente nuevas emociones y sentimientos junto con el genuino deseo de darle sólo lo mejor de nosotros mismos, nuestro tiempo, nuestra atención, nuestros cuidados, nuestra alegría que seguramente crecerá aún más conforme las responsabilidades y aprendizajes también vayan aumentando.

Quizá la parte menos fácil (por ahora) está en la transición necesaria para el reacomodo de prioridades y la administración del tiempo. Definitivamente han sido de gran ayuda las revistas, libros, programas de televisión y  sitios web que abordan interesantes temas alrededor del que domina mi mente desde hace algunas semanas. Por supuesto, los consejos otorgados, al igual que el interés, la preocupación y sobre todo la comprensión de quienes me rodean no pasan desapercibidos sino al contrario, los valoro y agradezco muchísimo.

Son muchos los cambios que ahora experimento y estoy consciente de que todavía faltan más por manifestarse, pero el sólo hecho de sentirlo y saber que está ahi y que con la bendición de Dios en unos meses más estará con nosotros, hace que todo, TODO valga la pena.