jueves, marzo 30, 2006

De todo un poco

Ayer la rutina no pudo más que yo. Un buen partido de básquetbol con un marcador favorable sirvió para reconfortar el ánimo y conciliar el sueño en cuanto la cabeza estuvo sobre la almohada, ¡parece que los buenos tiempos están regresando! El equilibrio se siente más cerca: actividad académica, deportiva y espiritual, eso es todo.
Hoy el día fue productivo: después de casi dos meses de insistencia, por fin la empresa monopolio de telefonía en México atendió mi solicitud. Y por si fuera poco, hoy aprendí mucho sobre la educación especial con niños que presentan problemas de lenguaje, motriz, atención dispersa y demás. Es asombroso ver cómo sus maestras se emocionan describiendo sus actividades diarias, cuando se les presenta una alternativa tecnológica para mejorar su desempeño... espero que los resultados satisfagan sus expectativas, aunque eso sólo lo sabremos el año que entra.
Bueno, en realidad no todo es color de rosa... lo que en estos momentos mantiene activa mi naturaleza preocupona y aprehensiva es la partida de Julián. Me da gusto que él tenga la oportunidad que un día me fue dada, pero me preocupa que cuando él no esté como auxiliar del centro de cómputo, sólo Dios sabe cómo me irá con este barco cuyo timón pusieron a mi cargo. De cualquier manera, seguiré tratando de hacer mi mejor esfuerzo.

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