domingo, abril 09, 2006

Orgullo familiar

La mañana de hoy transcurrió en una reunión a la que nos invitó Seidy. Mi hermano Sergio y yo pasamos por ella a la hora acordada y minutos más tarde llegamos a un local que me recordó mi primer campamento juvenil. Me dio mucho gusto ver allá a David, un alumno del campus, y más tarde también pude saludar a Félix, uno de los muchachos becarios que me ayuda (¡oh si! y mucho) en el centro de cómputo.
El pelo en la sopa fue el retraso de la mayoría de los asistentes, pero bueno, valió la pena por lo que vino después. El neoliberalismo no es un tema del que se hable en todas las charlas de sobremesa y tampoco es fácil dialogarlo con gente que vive pensando en lo que comerá el día que amanece y apenas enciende la tele para enterarse de las noticias más relevantes. Sin embargo, compartir lo poco -o mucho, en algunos casos- que sabemos del tema siempre es enriquecedor para el grupo reunido.
Ver a Seidy al frente del local que fue acondicionado como pequeño auditorio, me recordó su brillante intervención en el día de su graduación, aunque en aquella ocasión el tema era totalmente diferente. Esta vez, a todos los asistentes nos dejó un panorama amplio acerca del neoliberalismo, y lo hizo muy bien. Sin embargo, quien se llevó los aplausos del día fue Sergio. Su intervención nos dejó pasmados durante más de 15 minutos, durante los cuales se podía oir únicamente su sonora voz dominando el auditorio. Ni siquiera los chiquillos más inquietos que estaban por ahí pudieron abrir la boca más que para denotar su asombro ante lo que estaban escuchando. Y eso que hubo que insistir bastante para que se decidiera a pasar al frente. Las siguientes dos intervenciones estuvieron bien.
No es el tema en cuestión, tampoco es el hecho de que sea mi hermano. Es más, soy la menos indicada para presumir sus virtudes, pues hace apenas un par de semanas pude darme cuenta del lugar que se ha ganado en el campus, ante los alumnos más críticos y exigentes que solamente atinan a decirle "Teacher, no sea malo, invítenos de lo que fuma", o bien, "El teacher Sergio es la ley".
Sólo puedo concluir que: Tener un hermano así, o ser un hermano así... ¡es una de las dichas más grandes de este mundo! =)

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