Un día diferente

Nunca es tarde para festejar, y la fiesta de anoche estuvo divertida, hacía mucho que alguien no intentaba enseñarme a bailar y Omar tuvo que poner en práctica su paciencia que fue premiada con mi ejecución de dos pasos nuevos de baile. En lo particular prefiero disfrutar la música, dejarme llevar por el ritmo y moverme al compás que se me vaya antojando... de pronto al escribir la línea anterior encontré una similitud entre el baile y la vida.

Y a propósito de vida, hoy fue un día muy emotivo pues la plática con Claudia me pareció sumamente enriquecedora. Ella puede llamarle consejería, yo prefiero verlo como una plática amena y franca entre dos amigas preocupadas por lo que es realmente interesante en un círculo de amigos que de pronto tambalea; más allá de las apariencias lo que importa es la esencia, y cuando intentamos ver lo que hay en el corazón de cada persona, es más fácil comprender y tolerar las faltas.

Por otro lado, el haber sido hoy anfitriona de la reunión del G2000 fue una bonita experiencia. El día fue cansado, y más porque fueron sólo 3 horas de sueño, pero el cansancio no fue demasiado como para dejar de apreciar la colaboración del personal que trabaja en el centro de cómputo... la próxima semana termina Félix y creo que realmente lo vamos a extrañar.

Mi propósito de la próxima semana es conservar la sonrisa hasta las 8 p.m., sin importar cuántas veces el récord de imperfecciones del día se rompa.