jueves, noviembre 12, 2009

Madurez


¿Eres una persona madura?

Para responder a esta pregunta habría que empezar por definir el término Madurez. No me gusta la definición del diccionario, prefiero la que proporcionan algunos especialistas cuando se refieren al término como "la capacidad de hacerse cargo de sí mismos", que algunos individuos -porque no todos- adquieren en algún momento de su vida.

También coincido con que "no es sólo una etapa cronológica de la vida sino un estado mental, una actitud y una personalidad".

La pregunta fue planteada a varios individuos entrevistados. Hubieron quienes respondieron que habían alcanzado la madurez en situaciones muy específicas, tales como: la vulnerabilidad ante alguna enfermedad crítica, la responsabilidad de engendrar una vida, la independencia del seno familiar o la pérdida de uno de los progenitores. También hubieron quienes respondieron no estar seguros de haberla alcanzado aún, a pesar de llevar más de 4 ó 5 décadas de existencia.

Desde hace algunos años decidí hacer una analogía entre la vida y una montaña rusa: con muchas y muy pronunciadas subidas, lo mismo que bajadas. Por cierto, si el recorrido se transita con los músculos tensos y estresados, la experiencia no se disfruta tanto como cuando el pasajero decide relajarse completamente y se dispone a disfrutar TODO el recorrido, con la gran variedad de sensaciones que se van experimentando.

Durante los 3 minutos que dura La Medusa (¡cronometrados para convencerme de que no fueron 30!) me resultó relativamente fácil poner en práctica las estrategias recomendadas por los amantes de la aventura: la relajación. Sin embargo, hacerlo en "la otra" montaña rusa requiere de estrategias más complejas y razonadas que permitan encontrar el punto de equilibrio para disfrutar del recorrido al máximo, sin caer en la irresponsabilidad.

Entonces, ¿en qué punto de la montaña rusa maduré? (¿o maduraré?) Nuevamente, la respuesta es personal e intransferible.

A las respuestas proporcionadas por los entrevistados agregaría: al darme cuenta de que el papel que hoy me toca desempeñar no es el mismo que el que desempeñaba ayer.

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