Fue realmente satisfactorio escuchar los comentarios de los padres de familia emocionados que dedicaron su valioso tiempo para participar junto con sus hijos en las actividades preparadas. Una vez más los jóvenes tutores demostraron su gran capacidad para organizar actividades divertidas y educativas a la vez. En general, creo que todo el equipo hizo un excelente trabajo.
Hace apenas una semana celebramos el día del estudiante. Ese día no hubo pastel, ni rompimos piñatas, ni jugamos... es más, ni siquiera pude saludar a muchos de mis queridos estudiantes universitarios pues ese día no tuvieron que asistir al 'campus', a excepción de los tutores Peraj que sí tuvieron actividad con los niños. Aunque ese día ya pasó, reza el dicho que más vale tarde que nunca y aprovecho este espacio para enviar una sincera felicitación a quienes continúan preparándose y poniendo su mejor esfuerzo por hacerlo de la mejor manera posible. Más adelante podrán cosechar los jugosos frutos de las semillas que hoy están plantando al poner su mejor esfuerzo en su preparación académica y en ser personas de bien: honestas, responsables, emprendedoras, creativas, entusiastas y humanas, entre otras cualidades. ¡Felicidades estudiantes universitarios!
Por otro lado, hay días en los que las malas noticias opacan a las buenas y desafortunadamente, hoy es un día de esos. El sentimiento de impotencia y coraje contra seres vivos (me resisto a llamarles personas) viles e inconscientes que se aprovechan de su fuerza y del 'efecto sorpresa' para someter a un ser humano indefenso que teme más por la vida de su familia que por la suya propia, este sentimiento es tan fuerte que ocasiona que los ánimos decaigan, por mucho que me esfuerce en concentrarme en todas las bondades de la vida.
Resulta muy difícil comprender dónde está el verdadero origen del problema. ¿Cuál es la razón por la que existen seres así? ¿Cómo puede alguien desviar tanto el sentido de su vida como para caer en la bajeza de entrar a una casa ajena para hacerle daño a una familia? Y no me refiero sólo al daño físico que se puede causar sino al daño psicológico y moral, esos son más perdurables y difíciles de superar pues las heridas del alma cicatrizan muy lentamente.
El efecto negativo de las malas noticias se incrementa todavía más cuando se trata de personas conocidas, cercanas, quienes son apreciadas por dedicarse a vivir y ayudar a los demás a vivir de la mejor manera que se pueda.
Me inclino a pensar que la solución para eliminar el vandalismo está en la educación, haciéndola accesible para todos los sectores sociales, y en crear oportunidades de empleo. Ahí están dos de los puntos más débiles de nuestra sociedad que pide a gritos ser rescatada. Justamente ahora, cuando nuestras calles se ven tapizadas de propagandas políticas de todos los colores, buscando persuadirnos para apoyar sus propuestas, me convenzo de que si con la misma intensidad con la que los políticos trabajan durante las épocas de campaña trabajaran durante TODO el año, muchas cosas serían diferentes. Al respecto, ojalá que todos quienes tenemos el derecho y la obligación de ejercer la democracia con nuestro voto, nos informemos bien de las propuestas y así como ahora apoyamos aquellas que nos convenzan, más adelante exijamos y colaboremos para el cumplimiento de las mismas, por los canales apropiados.
En fin, el arcoiris vital sigue pintándose con las tonalidades más variadas que existen... señal de que seguimos con vida. Y este es un tesoro que hay que valorar, con todo y a pesar de todo.
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