
-Papi... papi... Estuve con Huguito, que viene de pelearse con su papá...
-¿Y por qué se peleó con su papá?
-Porque el papá de Huguito dice que él sabe más que Huguito.
-Sí, hijo. El papá de de Huguito sabe más que Huguito.
-¿Y cómo lo sabes, si no conoces al papá de Huguito?
-Bueno, porque es el padre, hijo, y el padre sabe más que el hijo.
-¿Y por qué sabe más que el hijo?
-¡Porque es el papá!
-Ah... ¿y tú sabes más que yo?
-Sí.
-¿Y todos los padres saben más que los hijos?
-Sí.
-¿Y siempre es así?
-Sí.
-¿Y siempre va a ser así?
-Sí, hijo, ¡siempre va a ser así!
-¿Y la mamá de Martita sabe más que Martita?
-Sí, hijo. La mamá de Martita sabe más que Martita...
-Dime papá, ¿quién inventó el teléfono?
El padre lo mira con suficiencia y le dice:
-El teléfono, hijo, lo inventó Alexander Graham Bell.
-¿Y por qué no lo inventó el padre de él, que sabía más?
Tomado de "Hojas de Ruta" de Jorge Bucay.
¡Qué tal! ¿eh?
En particular, coincido con A. Einstein cuando dijo: "Todos somos ignorantes, pero no todos ignoramos las mismas cosas". Así que, quizás debamos tener la suficiente audacia para aprender aún de las personas más jóvenes.
A veces sabremos más y a veces sabremos menos. Ojalá supiéramos reconocer cuando ocurre cada caso y nuestra mente no se cerrara cuando debiera abrirse a nuevas lecciones que aprender.